No hubo errores… todo fríamente calculado. La vendedora de tortas y lanzadora de cartas, asume de jefa; un montón de obsecuentes aplauden victoriosos… La tiradora de cartas, no supo ni imagino que los amigos de ayer pueden ser los ausentes de mañana, y alardeó de prepotencia apoyada por perros muertos y las fuerzas del cielo, sin pensar que muchas veces las fuerzas del cielo provocan grandes tempestades.

La nave va, dice el dicho, y muchas veces llega a la catástrofe antes de lo pensado y no siempre por justas razones.

Lo cierto es que los “libertarios” pretendían esclavizar a la gran mayoría de la sociedad, y para alcanzar ese estatus de país reventado, una de las consignas es destrozar los ingresos y la soberanía de la república.

Imprescindible endeudar el país y destrozar la moneda. Para endeudar, generó importaciones y fuga de capitales, y hasta un blanqueo en el que no se necesitaba traer la plata fugada.  

Las criptomonedas son sin dudas evadir en todos los estados, verdaderos castillos de aire donde se pueden burlar las regulaciones, los países, los orígenes de los fondos y el destino.

Ahí aparecen y desaparecen fortunas y esperanzas, las fuerzas del mercado que todo regula y generalmente estafa, se aprovecho de un país embarrado en infinitos proyectos que atentan contra la soberanía y amenaza destrozar el futuro de los argentinos

Una vez mas el mercado demostró que los controles son imprescindibles, que la honradez y la moral no se negocian.